Aijá. (No sé ni por qué comienzo con un Aijá el comentario, pero me parece -pienso-: lindo). Tu texto me recordó mucho a cuando estaba fumando Marlboro en el cuarto de una amiga, en octubre de hace dos años. De hecho escribí algo de prosa referente a ése encuentro. Esa vez llovía y mucho. Entró lluvia al cuarto porque equivocadamente pensé que estaba cerrada la ventana. Ella tenía calcetas de esas, ¡como guantes!, con muchos colores: parecía de esos Rastas. Tenía los pies sobre mis piernas y el aire entraba y salía de su boca explícitamente cuando ella colocaba el cigarro en su boca. (Quise besarla, me supongo). Se podía, incluso, escuchar la corriente que formó la lluvia después, cuando ya era un chisguete. Ella leía "la verdad sospechosa" y yo -pienso en el título-; algo de Balám Rodrigo. No me gustó tanto pero ahí estaba leyendo. (Ahora que recuerdo, pienso mucho en ese año, de hecho debo a ese mes una tristeza enorme, muy, muy grande). Sé que ya me olvidé si dijo algo referente a la obra de Alarcón, o sí le gustó mucho o poco. No me olvido de su bikini de color negro, así; apretadito a su cintura, a sus nalguitas. That attire unoriginal but nothing nasty. Y así, puedo y estoy seguro que olvidé muchas otras cosas más. Pero heme aquí, después de leer tu texto, recordando; inventando como dijera Borges. Y, así como así, me vino: "la mancha negra y redonda de la nostalgia." Y no escucho lo que estábamos escuchando aquella vez, que si no mal recuerdo era banda. Por el contrario, de regreso a Tuxtla, hoy por la autopista de San Cristóbal, venía escuchando "la granja" de los Tigres del Norte -luego ese disco, pirata, tiene una rolita que se llama Como la vida sin futbol, muy pizpireta: http://www.youtube.com/watch?v=94N9oEZ1r2E-. Yo no sabía -y aquí creo que me estoy perdiendo del punto que quería mencionar desde el principio- que leería algo sobre futbol en tu "liga de la justicia", y menos que me haría recordar. Ahora ya no es banda ni Tigres sino: Excrementory Grindfuckers; y luego tal vez algo de Dark Templar. Bueno el punto es, la nostalgia. Ya es 30 y después de unas 36 horas más o menos, año nuevo. Y el demonio de la espera seguirá estando. Como quien fuma el corazón una tarde en que la ruta 1 no llega, nunca llega y se ve perder el tiempo, pensando en qué estará haciendo la del bikini negro.
Postdata:
Quisiera escribir más pero sería redundar mucho las cosas, incluso pensando que las cosas a las que me refiero sean pasibles vasitos de agua hasta no ver la lengua voraz.