Mañana es martes,
las horas le seden a la oscuridad
espacio
El frío muerde los huesos
y así sigue sucediendo
Mi padre es huérfano
y así sigue sucediendo
Yo soy huérfano del dolor que siente
y así…
Mañana, mañana, mañana
ritual que envejece
No quiero sentir lo que siente
mi padre
Se pone de pie frente a la puerta
y sin lágrimas lo escucho llorar
rezándole a la tierra
Tengo la constante de que ya
no vuelva hacia la casa
Qué se hace cuando se es huérfano
Yo quisiera decirle que mañana
es martes
pero es tanta la soledad
que lo dejo vivir su muerte
martes
III
Por la tarde llovió sobre el cántaro sucio
La luz se despidió con labios suaves
de los pinos
y el polvo se abrazó a la oscuridad
con dientes que le mordían hasta los muslos
Se hizo noche, antes el orgasmo.
Lo noche hace que los muros hablen
que se unten miel las palabras,
que la lámpara desabroche su corsé
y unos senos negros le aparezcan
La noche descuelga los mares
del asfalto,
entorpece el caudal de fríos
entre esquinas y el viento baja
a oler sus prendas
Los vecinos del viento andan su muerte
Escogen el ritual sin sombra,
se adhieren al tono de la seda
en los bares
y vuelven a la lluvia,
urgidos de sexo,
a lamer las fisuras de la acera
La luz se despidió con labios suaves
de los pinos
y el polvo se abrazó a la oscuridad
con dientes que le mordían hasta los muslos
Se hizo noche, antes el orgasmo.
Lo noche hace que los muros hablen
que se unten miel las palabras,
que la lámpara desabroche su corsé
y unos senos negros le aparezcan
La noche descuelga los mares
del asfalto,
entorpece el caudal de fríos
entre esquinas y el viento baja
a oler sus prendas
Los vecinos del viento andan su muerte
Escogen el ritual sin sombra,
se adhieren al tono de la seda
en los bares
y vuelven a la lluvia,
urgidos de sexo,
a lamer las fisuras de la acera
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