jueves

Siete

Quiero decir tanto que no puedo
No hay palabra que designe
tal encuentro de agua y viento

o de mar y pez engullido por la espuma
No hay restos Nada
Si llorar pudiera... solo lleno de vino
Estas ganas horribles de querer decir
lo que antes era palabra tuya
y ahora en el ebano de la boca
se ha quedado

Seis

Es medio día y aún arde sobre la piel
la llama fría de la noche

El diario estupidizar
urgirse de muerte
hace que todo cuánto haga
huela a tiempo desprendido del más
temprano de mis amaneceres

Voy de paso en paso
a las aguas turbias
de un ciudad errada
furibunda
No habito el furor de los días
es más el peso de la carne
que lapida mis ideas