lunes

Rostro de vos, de Mario Benedetti.


No fue de mi muy agrado Benedetti, pero ahora que ha muerto, también me jacto de haber leído, o escuchado alguno de sus poemas.
Erase la sábana en la cama y el briago que dormía sobre ellas. Vio pasar la lluvia. El segundo piso, la ventana mediana, más bien rectangular y Ella. Atino que calzaba unas calcetas de esas como guantes color arco iris. Luego el cigarro y la pregunta. Ella leía La verdad sospechosa, el briago unos versos de Balam Rodrigo. Llovía sin llover dentro de la casa. También recuerdo que erase una vez la silla y la computadora. Mamá dormía detrás de nosotros. De pronto cirugía de palabras; la silla y el mueble grande. Algo flotaba en la boca. Pero más recuerdo la danza del "no aguanto". Más bien recuerdo el día domingo. Fui a ver la casa. Está constelada. Todavía suena el chasquido de los labios; los peces resbalan a través del cristal y Ella ve sin ver nada.


Besos, querida.