miércoles

Ocho

Amansado por el tiempo me duelo al aire
y pienso

Nada podría consumir este fuego
que la ciudad inyecta


Este andar a paso de horas sin días
humedece todo

lluevo imágenes
como si fueran prendidas velas en un velorio
Triste sombra la mía
Estoy prendado con el dolor
que la solitaria luz de los faroles
proyecta en la callada
y fúnebre calle en que te leo recuerdo