domingo

Recado de comprensión

Te quise escribir este recado, por si
antes de avistarnos, cualquiera de los
dos tuviese el importuno de perderse:
te espero en la esquina,
junto a la tienda de Tomasa.

Llevas puesto el Jeans azul claro,
el top oscuro, y tu piercing colgado al
ombliguito.
No olvides el piercing. Puedes, si acaso
recuerdas, no llevar nada puesto.

Pero no dejes, así como así, el cajón
donde rebasa de recados míos,

puede que pueda escribir un poema,
si los releemos juntos.
No lo olvides, agradezco tu comprensión

por aclarar la tormenta que no fuimos.

Prenda íntima

Te quiero, me dices.
En el lugar donde se oculta

la voz y el cuerpo se eriza,
me dices te quiero.

Luego bajas, quieta, a moldear
el pecho con aguja de punto fino.
De barro la tela y en vuelta
la carne, la coses.

Sursamos aquí que se ha roto
el aire. Pero bajas como

baja la luna -a medias- curveando
las nubes.

Y te digo te quiero; preso
en litoral de nombres que casi
olvido.
Y te digo te quiero en el
rubor de las palabras

desnudas, que no pueden vestir
tus ojos.

Copia del poema falso

Te hablo hoy para que respondas mañana.
Aquí María Tomasa canta:
un, do, tre, cuatro.
La bailo y la bailo, pero no tengo
naita de color´s para el tachón del suelo.

Mi patria (el castillo donde lacio
sube el viento y como si nada,
puff se va) Mi patria, me baila, me baila.

Y te hablo y responde la silueta
de una mujer-máquina;
¡Hola! ¡Hola!, y una ola viene a picarme
el pecho. Y digo otra vez mi patria,
y digo que soy más Puerto Rico,
con el idíoma gringo en el pecho;
te recito
I love you. I love you, forever.
Hear what i say. Y creo que la I no va.
Si pudieras venir a deletrearme,
a juntar la vocecita de la tarde
en el cajoncito de los mares y juntos, ola tras ola
mover el tiempo, penetrados por el aire.

Chiquita, te marco hoy para que respondas
mañana; remembering you standing quiet
in the rain as i ran to your heart
to be near and we kissed.