domingo

De "El jinete"*

A Rogelio D. Por "El temple".

Me contengo en decir esquina,
tarde, lluvia; bálsamo.
Porque sería decir tanto.
Uno no puede obrar por el mundo
como el jinete,
tomar por la rienda los vendavales
de la calle y subirse a la primer
palabra que lleven consigo.
No es lo mismo.
Uno va caminando,
levantando grúas como quien
pisa una hoja seca y cae el llanto.
Va repitiendo las horas
y dice otra vez las horas.

De pronto la tarde arroja
su tierna caricia:
una braga, bebidas, la ocasión;
el lugar.
Y ya es noche de sitio donde los
parvularios sonríen,
donde las almejas se cuecen
a labio lento.

Y así es todo el tiempo.
La tarde, la lluvia, la esquina;
el bálsamo.
Dos hombres guiándose
uno detrás del otro,
tomados por el ahogo van repitiendo
las mismas palabras:

viento, viento, viento.
Los dos yéndose.

Los tres yéndose.
Cualquier lugar es bueno para
los sinsabores.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

maese:

gracias por el comentario.

qu{e buen rollo que te patine la biblia.

espero nos cotorremos pronto:

elotroparaiso@hotmail.com

susana moo dijo...

Hola, un saludo, vengo a devolver la visita y me encuentro un blog bello, cuidado, cuidada la prosa y el verso. Encantada