sábado

Corteza

Vuelto a los mismos días
abro el pecho que se cae de hastío
Se queja del sabor común
que tiene los oráculos
vistos en el espejo
de la piel y la boca
que nombran el polvo futuro
de la sombra que entra, fría,
al hervor de la memoria

Mi pecho está cansado de tanto
pedir tiempo,
una hora para el sabor licencioso
de la miseria, una sola.
Un espacio donde ocultar los rezagos
de las viejas tumbas, o una caja propia
donde pueda hacer mártir el desprecio

Mi pecho es un ardid de piernas
que bailan, y un trago por la noche.

Si dejara de volver ya hubiera
encontrado cruz con que persignarse
pero le llama el fuego, y todo lo que hace
es andar ciego despertando la mirada
del verdugo.

1 comentario:

quherida dijo...

Has hecho buena compañía hoy junto al Demian Naon y su Microvida.
Qué bueno que no estás pero que seas, porque no tengo habilidad para ver a las personas estando y ver lo que fueron, a menos que se callen y me dejen silenciar al tiempo.
Un saludo de cabeza descansando en la pared.